Partidos así le hacen recuperar a uno poco a poco la fe en este juego y en la diversión que puede darnos tras partidos tan desastrosos como los de la semana pasada.
El primer periodo en casa de los BLUES estuvo marcado por una tremenda igualdad a todos los niveles, en cuanto a tiros a puerta o mejor dicho des-acierto en los tiros, defensa, etc. Quizás la balanza se movió más hacia el lado de los Blues que siempre tuvieron más superioridad en el campo debido al festival de penaltys que los Capitals desplegarían durante el partido.
No sería hasta el 2º periodo cuando los Capitals comienzan a llevar la delantera gracias a un gol cuanto menos extraño ¿No lo son todos en este tipo de partidos? En el que un tiro inocente y en globo se cuela por la sobaquera de Mason.
Los Capital defenderian la ventaja gracias a la excepcional actuación de Varlamov porque los Blues no pararon de asediar su porteria buscando el gol siempre que pudieron acercarse a nuestra cancha, pero no sería en el tercer periodo que Tkachuk logra el empate para los suyos, y minutos despues el gol que les pondría 2-1. La respuesta de los Capitals no se haría esperar y Ovechkin despertaría marcando el gol (golazo) del empate. No le faltarian ocasiones al ruso pero las perdería tontamente al dejar pasar los pases que le llegaban de cara a portería.
El partido se iria a la prorroga, y sería a falta de 47 segundos para ir a los penaltys los BLUES probando el tiro desde el exterior (desde Cuenca, concretamente) y en superioridad en el campo, aprovechan el power play marcando el gol de la victoria a Varlamov que podría haber evitado tan solo con mover un poco más la pierna hacia el centro de la portería.
Con partidos tan divertidos el resultado es lo de menos, y sumamos un punto que siempre viene bien.