Igualada competicion esta en la que estamos, de nuevo partido dificilisimo, ya no sirve salir al parquet y dominar el partido, ahora hay que trabajarse los 40 minutos del encuentro.
El primer periodo fue de total dominio de los Knicks, los Wolves parecian pensar que el partido estaba perdido, pero no era asi, su total dominio en los dos siguientes periodos les llevo a comenzar el ultimo periodo un punto arriba. Ya ahi la defensa de los Knicks funciono y nos dio el resultado positivo.
De los Wolves debo destacar a Crawford, artifice de la remontada, tambien a un Varejao que me sorprende por su gran habilidad en ataque y su presencia continua en defensa, un crack y un gran "invento". Gibson sacano de apuros en ataque a su entrenador, pero desaparecido en defensa. Otra cosa que me sorprendio es ver que los Wolves suelen jugar con dos bases a la vez buena parte del partido, eso les proporciona muy pocas perdidas de balon.
En los Knicks las dos estrellas no estuvieron tan finas como contra los Magic, Carmelo no fue el Dios del primer partido y aqui fue un poquito mas humano, es mas, los minutos finales donde los Knicks consiguen la ventaja definitiva es con Carmelo en el banquillo, que en ocasiones protagoniza el ataque de los Knicks en exceso; Rudy Gay estuvo muy fallon incluso cuando estaba emparejado buena parte del partido con Bibby, Gay se dedico a asistir a sus companeros; la buena notica es que ademas de esos dos jugadores aparecieron otros hombres que aportaron lo suficiente para la victoria de hoy, muy bien ambos bases, Arroyo y Sy se aprovecharon de un buen Gibson en ataque, pero malo en defensa: Anthony Randolph aporto poquito, pero bueno, poco a poco este jugador no sera un referente en ataque, pero 7-9 puntos por partido nos debe promediar ademas de una gran pieza defensiva. Mal en el rebote, los Wolves consiguieron 9 mas que nosotros y hasta la salida de Asik los de Minnessotta nos dominaron con demasiada facilidad.
Fin de la semana con dos victorias muy muy muy trabajadas y a la espera de la lelgada de nuestro jugador fetiche: Craig Smith.