CAÍDA LIBRE El bache de juego y resultados comienza a ser preocupante en Smashville. Y es que si dura fue la derrota frente a los Rangers, más aun lo fue frente a los Sabres ante la parroquia local. Un partido marcado por el acierto rival de cara a porteria y por la nula eficiencia de los Preds en los powerplays.
Se adelantaban los Sabres en el primer periodo al aprovechar dos regalos clamorosos de la defensa local, y se ponía el partido muy cuesta arriba. Aun así, lográbamos reducir distancias antes del primer descanso. Se echaban de menos las ausencias en Nashville, pero el equipo lograba sobreponerse y Erat empataba el partido al poco de empezar el segundo periodo. Pero solo era un espejismo. Los Sabres de nuevo volvían a hacer leña y en dos jugadas casi seguidas aprovechaban de nuevo un error de la defensa local y luego un powerplay para dejar casi sentenciado el partido. A partir de ahi fue un quiero y no puedo. El juego era un monólogo de Nashville, pero no lograban batir la porteria de Lalime. Postes, paradas y lo más habitual, errores garrafales en la suerte final, condenaban a los Preds a un derrota casi segura. Ya con Nashville a la desesperada en busca del empate, los Sabres marcaban el 5º de la noche en una jugada en que los Preds habían sacado al portero de la pista.
VICTORIA SIN BRILLO Tras las ultimas derrotas los Preds acudían a Montreal con una necesidad más que acuciante de sacar algo positivo de la pista de los Canadiens. Con la moral un poco más alta al confirmarse que recuperarán a Ryan Suter para el próximo encuentro, los Preds saltaban ambiciosos al hielo. Aunque no fueron buenas las primeras noticias desde Canadá, y es que la estrella de los Preds, Shea Weber, tenía que abandonar la pista en los primeros minutos tras lesionarse en un hombro al fallar en un hit. Las primeras exploraciones indican que podría perderse hasta tres partidos de liga. La enfermería de Nashville empieza a padecer un preocupante overbooking. Con este panorama, el recien llegado Tom Poti asumió las riendas y se echó al equipo a sus espaldas. Y sería Legwand quien adelantara a los Preds al empujar a gol un rechace de Auld a disparo de Poti que se quedaba muerto delante del portero de los Canadiens.
El partido tenía un marchamo constante, dominio inocuo de Nashville y los Canadiens buscando su oportunidad. Que pudo llegar en un disparo que estrellaron en el larguero de Rinne, pero en cambio fue su portero Auld quien regalo el 0-2 a Lombardi al fallar estrepitosamente en la salida del balon. Al segundo descanso se llegaba con un claro dominio de los Preds, que en el apartado de disparos vencian por 9 a 23 a los locales, pero con escaso premio a juzgar por el resultado. En el tercer periodo los Canadiens despertaron de su letargo y obligaron a mostrarse a la mejor versión de Rinne, que acabaría el partido como segunda estrella. Aun así Nashville siguió dominando, pero sin transformar ese dominio en goles. ¿Agotaríamos toda la polvora frente a los Kings?. La victoria sin duda traerá algo de calma a las revueltas aguas de Nashville, pero el próximo partido con Tampa no va a ayudar mucho a la recuperación del equipo. Tendrán que trabajar duro para sobreponerse a lesiones y calendario si quieren a aspirar a algo serio esta temporada.