Han tenido que pasar muchos años pero por fin, desde 2008, servidor ha logrado ganar un torneo!
Y ha tenido que ser en Blood Bowl. No en FIFA, no en Madden, no en NBA. En Blood Bowl, un juego que amo y odio a partes iguales. Lo amo porque es un juegazo, porque llevo años jugando a él en mesa y porque le tengo cariño desde que lo conocí con 15 años. Y lo odio. Lo odio porque...bueno, Lisbi ha tenido una muestra de porque lo odio.
Porque sí, es un juego en el que se premia la estrategia, el saber llevar a una raza y el pensar muy bien las cosas antes de hacerlas. Pero puedes ser un gran estratega, conocerte todos los entresijos de la raza y pensarte muy bien las cosas, pero una tirada de dados te puede mandar todo a la mierda.
Sí, es el azar. Y es azar controlado, pero cuando todo puede fallar con un "1" y únicamente con un "1", saldrá ese "1". Y usarás una segunda oportunidad, y volverá a salir ese "1". Esto es el Blood Bowl. Lo sé bien porque me ha pasado infinidad de veces. En esta ocasión, esto se ha cebado con los elfos oscuros.
Comenzamos con la posesión del balón, aunque eso es un decir. Primero dejamos blandita la línea de ataque élfica y después intentamos ir a por la pelota que había caído justo en la endzone. Llegamos a cogerla en el primer turno, fallamos al cogerla en el 2º y logramos la posesión realmente en el tercero. Mientras, sangre y dolor en el cesped. Así, nos fuimos abriendo paso hasta la zona de anotación rival para cerrar la primera parte con un TD. Digo cerrar la primera parte porque en el turno que quedaba los elfos oscuros no pudieron siguiera hacer un pase por el que dirán.
Segunda parte, balón para los elfos y touchback. La pelota va diréctamente a su bruja, Tina Turner, casi en el centro del campo. Ahí vinieron una serie de malas tiradas en placaje que dieron a los enanos algo de vida. Abrimos brecha y logramos llegar ante Tina para placarla y coger el balón. Sólo nos dió tiempo a lo primero. Mientras, cada vez quedaban menos élfos en píe.
Aún con todo, Tina se levantó, entró en la jaula enana que protegía el balón en el suelo. Esquivando y ante tanto barbudo logró coger la pelota. Salió de allí. Corrió todo lo que pudo...y se esmorró en el intento de ir a por una casilla más. Eso si segundas oportunidades ya gastadas en otras tiradas lamentables. Y ahí, en esa caída, Tina se partió el cuello y dejó el campo, la competición y de respirar.
Con el balón suelto de nuevo, lo cogimos y armamos la defensa hasta llegar a la endzone y cerrar el partido con otro TD. El que haría el 0-2.
Final del partido. Final del torneo y copa para los Blitzburg Steelers. Buena forma de cerrar el año.
Un placer Lisbi, siento que Nuffle se cebara contigo. Y un placer jugar contra todos los que he jugado en este torneo. Y sobre todo, un auténtico placer que os acabe enganchando algo tan divertido como el Blood Bowl, aunque sea en formato digital.
Nos vemos en el siguiente.