Ayer me tragué el partido Cibona-Olympiacos. Yo soy así, un poco raro. Pero tenía mucho interés en ver a uno de los favoritos para llevarse el trono europeo.
Lo primero que me sorprendió fue el ambiente. Los croatas de la Cibona comparados con los servios del Partizan son unos angelitos, se conoce que contra más al sur te vallas más animales son; siendo Grecia, país de la cultura y filosofía clásica, los más brutos de todos.
El campo Drazen Petrovic donde juega este equipo histórico es chiquito y coqueto, es como estar en familia, pero es muy poco espectacular, parece que estas viendo un partido en cualquier pabellón de mala muerte de un barrio.
Me sorprendió un negro llamado Marshall que era muy atlético, con unos brazos largiiiiiiiisimos. También el base del mismo equipo croata, se llamaba Callowey y tenía una dinámica de tiro ejemplar, el tio se podía ganar la vida enseñando a canteranos a cómo se deben ejecutar los tiros. Por lo demás la escuela croata sacando a grandes jóvenes triplistas.
Pero a lo que iba, me quise fijar en el Olympiacos que a pesar de que perdió estará luchando por ser el campeón. Papaloukas es un tio muy elegante que se mueve por la cancha de forma magistral y que con él el equipo juega muchísimo mejor, pero hasta que no mejore su tiro exterior y sus tiros libres (si ya no lo ha hecho no lo hará ya) no será un jugador histórico ; para mi está un poco sobrevalorado, no puede ser que no sepa meter tiros a media-larga distacia de forma aceptable, me recuerda en sus movimientos y estilo a Bodiroga, pero el yugoslavo muchisimo mejor jugador y más completo.
Ahora el otro fichaje estelar, Childress. Me voy a contener porque de un partido no debo sacar tan malas impresiones, porque a lo mejor con el tiempo me tengo que comer mis palabras. Pero ayer se vio a un tio mo-no-te-má-ti-co, solo sabía penetrar a canasta donde sacaba falta. Pero con esa mecánica de tiro ¿dónde vas?, yo es que lo flipo como un tio profesional tira de semajante manera, asi le pasó que consiguió unos porcentajes terribles tanto en tiros de campo como en los tiros que realizó a media-larga distancia. El Callowey de la Cibona podía darle unas clases magistrales al SEXTO HOMBRE NBA.
Como toque curioso fue los minutos de Schorsanitis, alias Baby Shaq, un caso de jugador. Está tremendamente gordo, y eso que adelgazó, si ya de por sí siempre fue un jugador un pelín bajo para pivot (2,06 cm) y con los kilos que tiene no levanta ni un palmo del suelo cuando salta, pues tenemos a un jugador que se puede poner una sombrerería con todos los gorros que se puede llevar durante un partido. Y no le digas que se salga a 5 metros para que se juegue un tiro, porque no ganamos para tableros. Como no pierda 40 kilos este se come los mocos en este mundo, antes le salvaba lo de ser joven y que puede cambiar y patatín patatán, pues ¡¡¡que se te está pasando el arroz chavalote!!!