Penultima semana de competición y dos partidos en los que el Atleti, probablemente, mereció algún punto más.
Porque contra el Dortmund todo parecía conjurado para un empate a cero. Ninguno de los dos equipos hizo grandes ocasiones -que no os engañen las estadísticas- y el reparto de puntos con un empate a nada habría sido lo más lógico.
Pero la lógica no se aplica siempre en esto del fútbol, mucho menos en el FIFA, y para que un equipo sea campeón necesita, aunque sea, una pequeña dosis de fortuna. No hablo de flores en el culo como las de cierto entrenador de la "Casa Blanca", hablo de sutiles diferencias que pueden significar, como en este caso, un gol. Y no un gol cualquiera, el gol de la victoria.
El Dortmund es campeón y, a buén seguro, también por detalles como este. Un tiro que no blocó Moyá acabó rechazado a los pies de Sánchez para hacer el único gol del partido. Sin más.
Tarjetas amarillas: D. Suárez (WBA), Mantecón (WBA)
Lesiones: Gabi (ATM)
Bastante más movimiento hubo en el partido contra el West Bromwich. El Atleti llevó el paso del encuentro, presionando, con el control del balón y creando ocasiones pero o bién el tiro salía desviado, bien se entrometía un defensa o el portero hacía una acción espectacular. Así, es muy dificil.
Cansados de intentarlo cerca del portero decidimos chutar desde fuera y fue una buena decisión. Koke hizo el primero con un golazo que pasó entre todos los defensas para desgracia de Cabrera. Pero no hubo mucho tiempo para celebrar. Contagiado por Koke, Pato intentó lo mismo. El balón se estrelló contra el travesaño rebotando hacia dentro de la portería.
¿Gol fantasma? No, se aprecíaba claramente que el balón cruzaba la línea antes de rebotar hacia afuera. Buen gol de los ingleses que devolvía las tablas al electrónico en la que fue, prácticamete la primera vez que chutaban entre los tres palos (Minuto 70).
A partir de ahí los ingleses se animaron. Aunque continuaron con su ya característico "juego aguerrido" tuvieron alguna oportunidad más para inquietar a los rojiblancos. Por su parte, el Atleti siguió intentándolo hasta que Diego Costa se quitó de encima a un par de defensas para devolver la ventaja a los colchoneros.
Poco más en los últimos minutos salvo una muy buena ocasión del WBA que pudo haber supuesto el empate in extremis. Por suerte no nos dieron ningún disgusto.