Victoria en la altitud de Denver, después de un partido excesivamente loco para mi gusto, pero muy entretenido de cara a la galería, y con muchas alternativas en el marcador. El primer cuarto empezaba con reparto de fallos a uno y otro lado, ambos equipos perdían multitud de balones tontos, y desperdiciaban posiciones claras para anotar, pero comenzaban a coger ritmo con la entrada de algunos suplentes, para acabar con igualdad el periodo. La llegada de los suplentes le sentó mejor a los Wolves, que tomaron cierta ventaja en el marcador, no defenitiva, pero que servía como señal de peligro a los de las Rocosas. Con el comienzo de la segunda parte los Nuggets optaron por comenzar a jugar en el interior de la pintura, puesto que los tiradores, a excepción de Lawson, no metían muchos tiros abiertos, y con este ajuste conseguían un parcial impresionante, y comenzar a dominar el partido, imponiendo su ritmo de juego. Los suplentes mantuvieron el nivel al comienzo del último cuarto, pero Shved, y la vuelta de los titulares hizo que los Wolves retomaran el pulso al partido. Con la entrada de Lawson, y gracias a una racha anotadora de Gallinari antes de sentarse, los Nuggets pudieron administrar una pequeña ventaja, porque durante los últimos minutos parecía que nadie quería anotar, intercambio de fallos.
Buen partido Grey, muy buena utilización de los pívots, sobre todo Pekovic, dando una lección en más de una jugada a McGee y Faried.