Pasamos de ronda y seguimos vivos en postemporada, pero las sensaciones siguen siendo igual de malas.
Esta vez la defensa se puso algo más las pilas, pero no terminamos de verla del todo entonada, las bajas tampoco ayudan demasiado. Fueron permisivos en algunos terceros downs largos que debian haber finiquitado los drives de los Jets, dejando en ocasiones demasiado espacio a Santonio Holmes que nos hizo de las suyas en bastantes ocasiones. Aun así, Sanchez no estuvo fino, nada más empezar se llevó una intercepción tonta de Clark, que estuvo atento a un pase a Tomlinson y lo interceptó ipsofacto.
Pero quien nos sacó los colores de nuevo fue Big Ben. De nuevo nos falló pases claros, de libro, a receptores solos, parados esperando el pase y sin que Be tuviera presión de ningún tipo, y esos pases en lugar de al receptor terminaron en la banda, otras veces en manos de la defensa de los Jets, que fue lo que les metió en el partido y por delante tras haber llevado Pittsburgh la delantera todo el encuentro tras un TD, un FG y un safety.
En torno al aviso de los 2 minutos de la primera mitad, con el partido 7-12 (El TD de los Jets un gran pase que, tras romper los placajes necesarios termina en TD) Ben es interceptado de forma estupida por no mandar el balón a donde debía, retornando esa intercepción los Jets. Otra intercepción poco despues les deja en rango de FG y al finalizar la primera mitad la cosa va 17-12 y los Steelers palmando.
Supimos sobreponernos, Ben colocó un buen pase a Wallace tras un play action directo a TD, y la carrera estuvo bastante resolutiva, aunque si grandes alardes. Sanchez tambien cometió errores en forma de intercepción y Polamalu esta vez tambien estuvo a la altura de lo que podemos esperar de su overall. Al menos no dejaba pasar a los WR sin amago de placaje quedándose estático.
Eso al final hizo que terminásemos haciéndonos con la victoria pero con la sensación de que seguimos sin jugar bien, que hacemos demasiados regalos, de que somos nuestros propios enemigos y que jugando así nos pasará como en el último partido contra los Colts (nuestros próximos rivales) en el que haremos buena a una defensa que no debería serlo tanto y nos puede caer la del pulpo.