El Regal Barcelona rozó la gesta en el Staples Center de Los Ángeles. El equipo azulgrana, dirigido por un magistral Juan Carlos Navarro, sólo perdió por cuatro puntos de diferencia ante los Lakers de Pau Gasol (108-104).
Los aficionados de los Lakers no tuvieron más remedio que rememorar la final olímpica, proque los desconocidos muchachos del Regal Barcelona se comportaron como titanes contra los actuales subcampeones de la NBA. ¿Desconocidos? Bueno, quizá Navarro no tanto. Sus 34 puntos, con siete triples, catapultaron a su equipo a una derrota dulce por 108-104 en todo un Staples Center. El Barça atemorizó a los Lakers remontando 21 puntos en la primera parte y situándose a cuatro a sólo 46 segundos del final.
Navarro firmó, en el reencuentro con su compañero en la selección española y amigo personal Pau Gasol, 34 puntos, siete asistencias y seis rebotes, mientras que el escolta Kobe Bryant lideró a los angelinos con 28 tantos en 26 minutos, sin jugar el último cuarto.
El primer partido de la historia en suelo estadounidense entre un conjunto de la Liga ACB española y uno de la NBA comenzó con un Barcelona serio, ajustado en defensa, haciendo especial hincapié en la vigilancia del poderoso juego interior angelino, comandado por la imponente presencia del pívot Andrew Bynum.
Los de Xavi Pascual plantaron cara a los californianos durante gran parte del primer cuarto (19-18, m.8) gracias a Navarro, que se estrenó con una 'bomba' marca de la casa y un triple que recordaron al Staples Center por qué ese escolta, la pasada temporada, jugó en los Grizzlies de Memphis.
Sin embargo, la superioridad física y la mayor intensidad de los Lakers les granjeó un colchón que fue poco a poco estirándose hasta los 21 de diferencia (40-19, m.16).
Probaturas peligrosas de Phil Jackson
Como ya ocurriera en momentos cumbre de la temporada pasada, esa abultada diferencia provocó que el equipo se relajase, a lo que contribuyó el tiempo que empleó el entrenador, Phil Jackson, en probar nuevos esquemas de juego.
Los locales, aún en plena pretemporada, mostraron las claves que caracterizarán su juego este año, algunas de ellas de sobra conocidas, como la dependencia y espectacularidad de Bryant, la solvencia de Pau Gasol (13 puntos) bajo los aros o la polivalencia del alero Lamar Odom (siete puntos y ocho rebotes).
Sorprendió, en cambio, el paso al frente dado por Trevor Ariza, lesionado gran parte de la campaña anterior, y los buenos minutos que podrán ofrecer el pívot reserva Chris Mihm, infrautilizado por el técnico angelino la pasada temporada debido a sus problemas con las lesiones.
El carrusel de cambios que ofreció Jackson sirvió al Barcelona para acortar distancias (45-44, m.23), con Navarro -17 puntos al descanso- y Jaka Lakovic sacando brillo al fusil y Víctor Sada quitando las telarañas del pabellón con un mate extraordinario a pase de David Andersen.
Nueve triples anotó el equipo español en los primeros 24 minutos, por sólo uno de los Lakers.
El ritmo de los catalanes, aunque decreció en la segunda parte, resultó suficiente para aguantar en el partido (72-63, m.32) a pesar del torbellino Bryant, el factor desequilibrante. Sus 28 puntos en 26 minutos así lo atestiguaban.
Con 83-68 arrancó ese acto. Navarro, un peldaño por encima de sus compañeros en cuanto a motivación, ganas y experiencia en la NBA, seguía a lo suyo desde el perímetro y volvió a asustar a unos Lakers poblados de secundarios (101-97), aunque no lo suficiente para dar la campanada.
Los aficionados de los Lakers no tuvieron más remedio que rememorar la final olímpica, proque los desconocidos muchachos del Regal Barcelona se comportaron como titanes contra los actuales subcampeones de la NBA. ¿Desconocidos? Bueno, quizá Navarro no tanto. Sus 34 puntos, con siete triples, catapultaron a su equipo a una derrota dulce por 108-104 en todo un Staples Center. El Barça atemorizó a los Lakers remontando 21 puntos en la primera parte y situándose a cuatro a sólo 46 segundos del final.
Navarro firmó, en el reencuentro con su compañero en la selección española y amigo personal Pau Gasol, 34 puntos, siete asistencias y seis rebotes, mientras que el escolta Kobe Bryant lideró a los angelinos con 28 tantos en 26 minutos, sin jugar el último cuarto.
El primer partido de la historia en suelo estadounidense entre un conjunto de la Liga ACB española y uno de la NBA comenzó con un Barcelona serio, ajustado en defensa, haciendo especial hincapié en la vigilancia del poderoso juego interior angelino, comandado por la imponente presencia del pívot Andrew Bynum.
Los de Xavi Pascual plantaron cara a los californianos durante gran parte del primer cuarto (19-18, m.8) gracias a Navarro, que se estrenó con una 'bomba' marca de la casa y un triple que recordaron al Staples Center por qué ese escolta, la pasada temporada, jugó en los Grizzlies de Memphis.
Sin embargo, la superioridad física y la mayor intensidad de los Lakers les granjeó un colchón que fue poco a poco estirándose hasta los 21 de diferencia (40-19, m.16).
Probaturas peligrosas de Phil Jackson
Como ya ocurriera en momentos cumbre de la temporada pasada, esa abultada diferencia provocó que el equipo se relajase, a lo que contribuyó el tiempo que empleó el entrenador, Phil Jackson, en probar nuevos esquemas de juego.
Los locales, aún en plena pretemporada, mostraron las claves que caracterizarán su juego este año, algunas de ellas de sobra conocidas, como la dependencia y espectacularidad de Bryant, la solvencia de Pau Gasol (13 puntos) bajo los aros o la polivalencia del alero Lamar Odom (siete puntos y ocho rebotes).
Sorprendió, en cambio, el paso al frente dado por Trevor Ariza, lesionado gran parte de la campaña anterior, y los buenos minutos que podrán ofrecer el pívot reserva Chris Mihm, infrautilizado por el técnico angelino la pasada temporada debido a sus problemas con las lesiones.
El carrusel de cambios que ofreció Jackson sirvió al Barcelona para acortar distancias (45-44, m.23), con Navarro -17 puntos al descanso- y Jaka Lakovic sacando brillo al fusil y Víctor Sada quitando las telarañas del pabellón con un mate extraordinario a pase de David Andersen.
Nueve triples anotó el equipo español en los primeros 24 minutos, por sólo uno de los Lakers.
El ritmo de los catalanes, aunque decreció en la segunda parte, resultó suficiente para aguantar en el partido (72-63, m.32) a pesar del torbellino Bryant, el factor desequilibrante. Sus 28 puntos en 26 minutos así lo atestiguaban.
Con 83-68 arrancó ese acto. Navarro, un peldaño por encima de sus compañeros en cuanto a motivación, ganas y experiencia en la NBA, seguía a lo suyo desde el perímetro y volvió a asustar a unos Lakers poblados de secundarios (101-97), aunque no lo suficiente para dar la campanada.