La Crónica:Una carambola nos hizo cruzarnos en el camino por el título contra en tercer clasificado de la regular, los Mavericks de Lonnegan. En temporada regular, alli por la lejana primera vuelta nos ganaron en Chicago, pero en la última semana de temporada visitabamos el estado de Texas y conseguiamos llevarnos la victoria. Un buen precedente para afrontar el cruce, aún sabiendo que era unos de los equipos más en forma de la liga.
El primer partido fue "dominado" por los Bulls, llevando la iniciativa en el marcador durante casi todo el partido, pero con escasa ventajas. Scola y Horford cumplian el la pintura frente a los pivots rocosos locales, y la voz cantante la llevaba Lewis con 24 puntos.
Los Mavs aprovechavan su ventaja en el puesto de base para desequilibrar y encontrar buenos tiros abiertos para la bateria exterior, muy peligrosa. Stoudamire, principal referencia de este equipo tejano, no se jugó demasiadas bolas, pero bantante acertadas las que dispuso, a pesar de la vigilancia de Horford o Kirilenko.
Con 81-83 a falta de la última posesión para Dallas, el manager decidió asegurar en el interior y forzar la prórroga en vez de acudir a jugarse el triple. Pero en la zona había barullo y la bola se perdió por linea de fondo. Primera victoria inestremis.
El segundo partido fue al revés, la voz cantante la llevó Dallas. Un partido más trabado, a menos puntos, donde la gente de perimetro de Chicago no tuvo su día. Ante esto optamos por jugar balones dentro, forzando en muchas ocasiones faltas, brillando en especial Horford. A consecuencia de tanta falta Amare tuvo que sentarse en el tercer cuarto, pero más que una carga, fue una liberación para los Mavs. Los exteriores tomaron la responsabilidad y Hill, Beasley o Nash no metían tiros claros, dejandonos sin opciones de victoria.
El tercer partido, a priori, tendría que haber seguido los mismos derroteros de igualdad y tensión al máximo, y con esa presión y ganas de disfrutar volviamos al sur de USA, para jugarnos a cara cruz el pase a semifinales.
Pero el partido tras unos primeros minutos de igualdad, se rompió por completo. 34 puntos en un cuarto para Bulls es una marca muy difícil de igualar para cualquier rival. Un estado de gracia de todos los jugadores nos permitieron que durante la primera parte anduvieramos en ventajas superiores a los 20 puntos, ante la impotencia del manager y amigo rival. Kapono estaba on fire y las enchufaba de todos los lados, haciendo un auténtico partidazo de killer.
Y Dallas anotó a un ritmo que, en otras circunstancias, nos hubiera llevado a un partido igualado.
Mucho corage demostró el equipo sureño, que se negaba a entregarse, y poco a poco fue recortando la ventaja, ante la vuelta a lo terrenal de los Bulls, e incluso llegó a ponerse a 6 puntos a falta de minuto y medio, para la congoja del manager de Chicago. No se podía escapar un partido así y con alguna última acción de Scola o Lewis cerramos difinitivamente el partido y la serie.
Un placer Luis, tu temporada no mereció un último partido tan desigualado.
Esperamos impacientes el resultado de la eliminatoria entre Hawks y Nuggets, con la intención de dar tanta o más guerra que en esta primera ronda.