Llovía en Charlotte y de forma torrencial. De hecho llevaba todo el día lloviendo sin parar y el parte meteorológico anunciaba que la cosa no iba a mejorar durante la semana. En momentos como este, el HC de los Bobcats se alegraba de que el baloncesto se jugase en pabellones cerrados, y su mente divagó y retornó a sus días como entrenador de Football y a aquellos partidos bajo la lluvia que convertían el campo en un barrizal. A pesar de alegrarse de estar resguardado bajo el techo del Warner Arena, no pudo evitar sonreir cuando recordó un viejo partido entre los Titans y los Buccaneers cuando aun entrenaba a los de Tampa Bay.
La semana no había sido demasiado fructífera. Sendas derrotas contra Wizards y Miami les habian dejado igual que estaban, esperando que los Magic perdieran tambien sus partidos para poder entrar en play offs. Cada vez tenía más claro que el partido de la semana que viene contra los de Orlando sería decisivo, y aun no sabía por donde enfocarlo.
Los peligros de salir de casa sin paraguas Salió de su despacho, y fue directo al parking. Tenía ganas de llegar a casa, donde Charlotte (que prácticamente se había instalado en su apartamento) estaba haciendo la cena. Esa noche tocaba noche de videoclub. Por la mañana se había pasado por el blockbuster cercano al estadio y habia alquilado
"El diario de Noah" (un tostón melodramático para que Charlotte pudiese llorar agusto),
"Hard Boiled" (un clásico de John Woo y Chow Yun Fat y la última película del duo en su etapa de Hong Kong) y para encarrilar bien la noche un par de películas para adultos
"Señor Negro, no sé si me va a caber todo eso" y
"En boca cerrada no entran moscas pero sí pollas como roscas" (Un clásico).
Llegó al parking y se acercó hacia su coche mientras lo abría con el mando de infrarojos. Las luces intermitentes de su ranchera se iluminaron rapidamente como dándole la bienvenida. Cuando abrío la puerta le pareció oir un gruñido. Esperó unos segundos, para asegurarse de que no era invención suya, y esta vez le pareció oir una maldición.
"¡Maldición!"
Efectivamente, habia oido a un hombre gritar desde la hilera de coches situada tras él. Caminó hacia allí para encontrarse a Okafor con el capo de su coche levantado, una llave inglesa y volutas de vapor saliendo del radiador.
- ¿Algún problema chico?- le dijo a Emeka, mientras este pegó un brinco sobresaltado.
- ¡Ah! ¡Tu mucho asusta Okafor!
- Perdona, no lo pretendía. ¿Que le pasa a tu coche?
- Se ha rompido.
- Será roto.
- Si, esto tambien
- ...- miró a Okafor de arriba a abajo. La mano derecha, la que portaba la llave inglesa, estaba llena de aceite de motor.- Hum...¿Has tratado de arreglarlo tu mismo?
- Si...
- ¿Pero que le pasaba?
- No rum rum
- ¿No...? Ah, entiendo. No arrancaba.
- Ajá.
- Y has tratado de arreglarlo.
- Aja.
- Y ¿Sabias porque no arrancaba?
- Mi no saber...
- Entonces...¿Por que has tratado de arreglarlo?
- No se...Yo hago lo que D.J. dice que hacemos todos. Abro capo y miro a ver si se arregla solo, pero mi no sabe como arreglo, pero hombres tenemos que saber de coches...
El mejor mecánico de todo Charlotte Aunque de forma simple Okafor habia resumido gran parte del comportamiento de muchas personas, la mayoría hombres, cuando se encuentran ante un problema similar. El propio HC se habia encontrado muchas veces con el capo abierto tratando de dilucidad algún problema en el coche sin ningún tipo de conocimientos mecánicos, pero lo cierto es que abrir el capó proporciona una falsa sensanción de que al menos "se esta profundizando en el problema".
- Aja, y...¿La llave inglesa?
- Mi digo al coche que rum rum, pero no rum rum. Así que Oakfor golpea al coche para que rum rum. Funcionar con caja de personas pequeñitas- Así es como Okafor llamaba a la televisión. Estaba convencido de que las imagenes que se veian eran pequeños gnomos que vivian allí....incluso con las pantallas planas.
- Me da a mi que lo has reventado del todo...No creo que haga más rum rum hasta que no venga un mecánico. En casa te llamaré uno para que venga mañana. Conozco al mejor. ¿Quieres que te acerque a algún lado?
- Okafor ha de ir a fiesta.
- Una fiesta claro. Despues de perder dos partidos segudidos estoy seguro de que os lo mereceis si...
- Okafor mucho estress- Okafor no entendió la ironía en las palabras del HC."Genial. No sabe como funciona la tele pero si lo que es el estress..." pensó este.
- Pues nada, te llevo. Ven conmigo.
Salieron del Warner Arena y cogieron la autopista hacia un barrio residencial cerca de la universidad, siguiendo las indicaciones de Okafor. El HC puso la radio, pero tras comprobar que en la mayoría de las emisoras locales no paraban de dar noticias deportivas y de proferir insultos y amenazas contra el equipo, decidió poner algo de música. El oir
"Wayward Son" de Kansas le hizo olvidarse de las críticas. Okafor se mantuvo callado y con semblante cabizbajo todo el camino, pero el HC le notó menos comunicativo que de costumbre y algo alterado a juzgar por como no paraba de mover la pierna derecha en una serie de rapidos espasmos.
- ¿Algún problema Emeka? Te noto raro.
- Mi bien...mi bien...mi...- se calló de repente cuando vio que el coche se aproximaba a su destino, una casa de dos pisos de la que se veian luces de colores, un enorme barril de cerveza en la puerta y un par de jovencitas luchando en bikini en el barro a pesar de la lluvia.
- Ah...la vida universitaria. ¡Que recuerdos!. Es aquí ¿No?
- Si...si...
- Okafor...a ti te pasa algo ¿Que ocurre? ¿Que te preocupa? Nunca te habia visto tan serio ante la perspectiva de una fiesta.
- Es que...Okafor gusta hembra.
- Eh..una chica, te gusta una chica, a no ser...Por que es una chica ¿Verdad? No una cabra o...
- Chica, chica...Chica gusta pero Okafor miedo.
- Miedo...¿De que? ¡Mirate! Eres un triunfador. Eres una estrella del deporte. Tienes buena planta. Eres joven, vital...
- Si ya...Okafor guay...pero mira...- Okafor señalo su boca, donde se veia una ortodoncia.
- Ah...es verdad, fuiste al dentista ayer...¿Y que? Te da miedo o verguenza que te vean con los hierros. Pues no te preocupes...Procura que no se vean y ya esta. No sonrias y punto.
- ¿Pero como mi no sonreir? ¡Es una fieshhhhhta!
- Vale, vale...esta bien. Pues...¿Sabes lo que te digo? Que...¿Como se llama la chica?
- Brunilde...Ser estudiante de intercambio alemana. Trenzas largas y caderas fuertes. Engendrar muchos y buenos vástagos para Okafor y su clan. Estar para respetarla. - "No sabe usar bien las formas verbales y sabe que significa "vástago". Inaudito" pensó nuevamente el HC.
- Bien bien...pues te acercas a Brunilde y la haces así- El HC ofreció a Okafor una amplia sonrisa, como de loco. Okafor no pudo evitar reirse.
- Jijijijijiji
- ¿Lo ves? Si ella ve que no te da verguenza y la haces reir...La tienes, es tuya.
- Mister...eso ser chorrada. Ella pensar yo psicópata. Ella reirse de mi, no conmigo...
- ¿En serio? Yo lo vi en un anunció una vez...
- En serio. Ser probable que por tonteria así chicos en fiesta reirse y untarme el lomo.
- Ajá...vale vale...pues si que estoy desfasado. Vale, pues coges a Brunilde, te la llevas a un apartado y...- echó mano a su bolsa y sacó un dvd- y os poneis juntitos a ver esto. Es una película romántica, "El Diario de Noah". Con esto se derretira, ya veras. Será tuya.
- ¿Seguro?
- Vaya que si. No falla.
Y con el dvd bajo el brazo y las promesas del HC Okafor corrió hacia la casa para no mojarse.
- ¿Todo preparado cari?
- Si. La cena, el vino...¡Y las pelis!
- Ya ya, he puesto en el dvd una.
- Esplendido, ve poniendola, voy al baño. - El HC, ya le habia contado a Charlotte el incidente con Okafor, solución incluida. Sin tener que tragarse aquel tostó del diario, habia conseguido el mismo efecto con Charlotte al quedar como alguien sensible que se preocupaba de sus jugadores.- Eres tan mono- le dijo mientras revoloteaba con sus dedos en el pelo.
Cuando volvió al salón vio a Charlotte sonriendo de oreja a oreja. Sin embargo en el televisor no estaba Chow Yun fat repartiendo plomo, muerte y destrución sino al viejuno de James Garner.
- ¡Ay que mono eres! Me querias dar una sorpresa con lo de la película y me habias engañado.
- ¿Pero que...?
Efectivamente, la película que el dvd estaba reproduciendo era "El diario de Noah". Revisó el resto de dvds. Allí estaba "Hard Boiled" y "En boca cerrada...". La caja ahora vacía era la otra película para adultos pero dentro estaba la de "El diario...", con lo cual...
- Okafor tener película bonita para tí...Mira...
- Oh, Ja...
"Producciones Nalgaprieta presenta..."Señor Negro, no sé si me va a caber todo eso"..."
- Ah, Okaforrr tu quererr ponerrrme cachonda...
- Mi no sabe que...
- Brunilde serrrr toda tuya...Oh mi prrrrincipe Nubio...
Y la lluvia seguía bañanado Charlotte, en aquella noche de Marzo.